martes, 15 de febrero de 2011

Bienvenidos (se sube el telón)

Noche tras noche se sentaba en su computadora con la taza de café llena, noche tras noche las ideas desbordaban de su cabeza repleta de imaginación y se disponía explayarlas, él solo quería crear. Su inconciente hacia de pintor y de poeta a la vez, las imágenes fluían con relativa paz dentro de su perturbada mente. Todo parece perfecto, el ambiente, el momento, las ganas, y por sobre todo el hambre.

En un mundo plenamente teórico, sin vicisitudes, y donde el ser humano no es tal, no hay limites. En ese mundo imaginario es donde la tan conocida frase de algún genio de la ciencia se puede aplicar. Aunque como bien menciono, era un genio, solo alguien de semejante jerarquía podría decir que “solo la imaginación es mas importante que el conocimiento”.

Pero volvamos al personaje y dejemos a Einstein tranquilo, ya muchos lo citaron para terminar mostrando que, en realidad, no tenían nada que contar, y que su mención era un acto de ultima voluntad para al menos quedar como intelectuales postmodernos.

Nuestro personaje es quien escribe, es a quien la taza de café se le esta enfriando, mientras mira alrededor del living comedor de su departamento prestando atención, como buen desencantado de la vida, a los errores arquitectónicos, a los detalles mal logrados, a la pintura resquebrajada y su ordenado, y aunque irónicamente desordenado desorden.

Todo esta en su lugar, cree, todo esta en un orden casi predispuesto por una fuerza superior, estamos frente a lo que la liturgia llamaría profecía. Todas las noches fluyen de forma tan parecida que es casi natural, un ritual sin rumbo conocido pero que sabemos donde empieza y como cierra en la mañana.

Ahí se encuentra cruzando el río, navegando sin mapa ni timón, es ese el comportamiento de este interlocutor en busca de lo que el llama su pasión. No hay que confundir, su pasión, no es la fama, el dinero, lo trivial, ni siquiera tampoco es trascender. El objetivo final de esta persona es descargar lo que su mente trabajo formando durante tiempo, tanto en imágenes como en sonidos, tanto en palabras como en pensamientos.

He aquí el desafío del hombre que quiere crear. Todo comienza con una clara imagen, una idea, una palabra, una melodía rondando por su cabeza y luego la desesperación. Una y otra vez, él se encuentra oscilando, dubitativo ya que su imagen no se transmite fidedignamente en su ordenador. No es que no tenga sobre que escribir, sino que mira a través del vidrio y lo único que no encuentra son emociones. Desesperación. Se enfrenta al desafío, al Everest del artista, debe comprender como desencriptar el código entramado entre sus dedos y su mente. El poeta de repente se quedo sin rima, y el pintor si su lienzo sobre el que iba a pintar.

Nada mejor entonces que esquivar la realidad, esconderse de los primeros rayos del sol, y soñar. Si, dejar la mente volar en un sueño y crear otros mundos, donde uno tiene el control, maneja el tiempo con su respiración y las leyes físicas a su antojo. En estas condiciones, con un poco suerte podría uno lograr la tan esperada emoción. Así luego de experimentarla intentar volcarlo para poder regalarse a uno mismo, como también regalarle, en lo posible, a los demás un momento de emoción irreal.

Lo irreal existe desde el momento en que lo construimos en nuestro interior.

domingo, 6 de febrero de 2011

Fotos de rodaje- Corto: QUIDAM

Algunas fotos del rodaje del corto QUIDAM. Espero que les gusten! Pronto lo terminare y lo estare publicando para que todos lo vean!




martes, 25 de enero de 2011

Cancion que estoy armando

Una pavada que grabe esta madrugada


viernes, 21 de enero de 2011

Cuando llora la nube gris?

No llueve solo cuando esta todo el cielo gris, ni cuando a este se le suman las fuertes ráfagas de viento, truenos y relámpagos, que nos hacen encoger, y a la vez nos obliga a comprimirnos apretando nuestros brazos con nuestros congelados dedos, mientras sentimos como penetra en nuestro cuerpo comenzando por piel, para luego penetrar el cuerpo hasta el interior de los huesos y chocar el centro de este.

Pero, hay también otro tipo de lluvia, existen otros tipos de nubes, de mil maneras puede llover. No solo el clima es gris, frío, húmedo, molesto o triste. También lo son nuestras dudas.

En algunas ocasiones, cualquiera fuera el lugar o la actividad, nuestro cuerpo siente lo mismo que en esos días de lluvia, esos días donde estamos recubiertos por las nubes grises. Pero algo extraño sucede, ponemos nuestras palmas paralelas al suelo y al cielo, pero nada nos moja, la humedad no penetra nuestro cuerpo mojado y sumándose el viento hacernos sufrir el frío. No, en esta ocasión otra nube nos sigue, y bajo ninguna otra nube nos llueve, solo arriba de nuestras cabezas se encuentra, aunque no la podamos ver. Porque esta en nuestro interior, esta en nuestras cabezas y no exactamente en nuestra imaginación. Aun no existen a la venta paraguas, botas o piloto que nos resguarden. Esta tormenta no la desata el clima, la desatan los sentimientos, la desatamos nosotros mismos con nuestras acciones y nuestras apreciaciones personales de las mismas. Esta nube gris, puede tener uno o muchos nombres, Duda, Angustia, Arrepentimiento, Desconsuelo, Tristeza, DOLOR.

Solo nosotros la sentimos, solo a nosotros nos sigue, pero solo nos sigue si nosotros la llamamos. Si, es nuestra responsabilidad sentir la miseria sobre nosotros, por mas inevitable que a veces sea.

Depende de nosotros llevarnos un resfriado por estar debajo de esa cantidad de agua fría, o podemos prepararnos para no sufrirla o sufrirla lo mas mínimo posible, porque, seamos sinceros, si estamos un poco desprevenidos a veces la lluvia nos agarra por sorpresa y tardamos en encontrar resguardo, y como consecuencia un poco mojados terminamos. Pero debe ser una decisión nuestra y de nadie mas, sabiendo que sufrir no es un pecado, y que no puede haber ley moral que nos indique que decidir, pero no hay que olvidar nunca las responsabilidades que surgen de nuestros actos, y debemos aceptarlas para poder convivir en sociedad. Uno es preso de las consecuencias de sus actos.