Cuantas veces me senté frente a un papel a escribir lo que pensaba. Historias, poesías, cuentos. Era este un acontecimiento que nunca duraba mucho, ya que, no se si con gran talento pero si facilidad siempre encontraba algo que contar, los relatos venían a mi cabeza de forma automática, casi se podría decir, que sin pedir permiso saltaban sobre el papel y daban esa satisfacción del deber cumplido.
Pero esta vez hubo algo diferente. Si, ahí estaba yo con mis manos dispuestas a empezar a escribir, relajado, concentrado, con todo listo y preparado como para tener lo necesario al alcance de mi mano. Así y todo nada sucedió. Experimente lo que después me contaron que se le llama VACIO. Un vació de pensamientos, de inspiración, representados por el nerviosismo y el miedo de haber perdido aquello que había sido durante tanto tiempo, mi única forma de comunicarme y escaparme la vez de mi mismo.
Y ahí estaba yo, esforzando a una mente desprovista de ideas a que dibuje la irrealidad y cree una esperanza que nunca llegaba. Sin caso alguno, me seguía arrastrando casi suplicando por esa idea s que me regrese a mi estado triunfal. La hoja seguía en blanco.
Ahora bien, note cuando me di por vencido que sin darme cuenta había estado dirigiéndome en una dirección totalmente opuesta a la que debía, ya que sin saberlo había elaborado un torbellino de ideas que podía proveerme de aquello necesario para relatar aquellas historias que tanto se me dificultaba encontrar en otros pensamientos absurdos.
Ante una posible respuesta me abalance sin vacilar, como si fuera la ultima oportunidad que iba a tener y no la debía desaprovechar ya que la había estado buscando y esperando con tanto anhelo. Y como si nada hubiera ocurrido empecé a revisar esta salida que tenía en frente de mis ojos y en la punta de mis dedos.
Ahí comprendí que todo aquello que había dejado afuera tenia una explicación, era demasiado rutinario como para prestarle atención y a la vez demasiado especial como para que otros lo puedan entender. Eran mis confesiones mas profundas, mis secretos. Eran aquellas pequeñas historias que hacían mí día a día, las mentiras, las verdades, mis aciertos, mis desaciertos, mis virtudes, mis miserias… MI PROPIA HISTORIA.
Las maderas sobre las que trazo mi camino sufren con cada una de mis pisadas. Este racconto de experiencias, recuerdos, olores, sabores que creí perdidos vuelven de esta manera como de la nada, de la muerte, a mi memoria. Como aquel naufrago que todos dábamos por muerto. Redescubriendo por momentos la maldad, se enciende despacio pero con fuerza ese fuego que con su humo ahoga mi poca conciencia. Así también para darle aire de repente aparece mis buenas acciones.
La verdad esta en la acción, el hombre es un medio, un simple vomito que se transporta por esta tierra influyendo en una historia convenida, irreal, creada y mentirosa. El hombre se miente a si mismo.
Si muero hoy, dijo alguien que conocí, recuérdenme por lo que fui. Eso es lo único que quedo de el. Un manojo de recuerdos que con el tiempo se fueron haciendo cada vez más borrosos y menos coloridos, así como el viento erosiona a la roca y la deja desprotegida, para cuando el temporal se avecina las destruye sin piedad. Todos lo que lo recordábamos lo destruimos, poco a poco, todas las memorias las fuimos olvidando, le sacamos su tinte, hasta el punto tal que ya no recuerdo de quien estoy hablando.
Este es el hombre común. Un desecho indeseable, un monstruo que busca la mejor mascara para evitar mostrar su mayor miseria. Su envidia.
Todas las artimañas a nuestro alcance las utilizamos para sentirnos mejor y superiores que otros. Lastimamos al ser querido, mordemos la mano de quien nos da de comer y nos regocijamos en esta victoria destructiva, hasta transformarnos en la peor escoria e inmundicia. Por esto recuérdenme por lo que fui, un desalmado que nada le importo.
Y así comienzo mi historia.
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4 comentarios:
dIME QUE PASO??? porque ya no escribes mas!!!
Bueno aveces yo tambien siento que me quede vacia de ideas, cuanto antes sentia que tenia mucho que decir, me e comprado un cuaderno donde apunto mis ideas sueltas.. (aunque siempre me lo olvido en el trabajo)
Me gusto leerle espero que pronto escribas un beso
Laberinto donde diste tumbos contra las paredes...
¿Hice una lectura muy acelerada, o ese fue el ritmo de tu escritura? ¿Esa es la intención, lectura a corazón batiente?
¡Genial!...
aveces ese vacio llega aunque se tenga mucho que decir no se sabe por donde empezar jejeje.
pero por lo que veo la hgistoria continua, asi e sque me pondre a leer, beso!
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